PA1_ Mi entorno

Este lugar que he elegido es conocido como Los Jardines de Jacarilla. Consiste en una mansión en la que residían los marqueses de Fontalba hace siglos, los cuales regalaron al pueblo de Jacarilla su mansión y su respectivo jardín. Está formado por una mansión, la cual tiene dos plantas y por fuera está decorada con unos preciosos azulejos; una fuente enorme, de hecho podría ser una piscina; una zona con varias jaulas donde residían desde gallinas hasta caballos; un santuario con la Virgen de Belén, y todo esto se encuentra en una gran explanada de césped, palmeras, flores y lugares de descanso.

Peter Zumthor reflexiona profundamente sobre lo que significa la arquitectura, y sus ideas van más allá de simplemente construir edificios. Habla sobre la relación entre la arquitectura, el espacio, la luz y la experiencia humana. Se enfoca en la conexión entre el interior y el exterior, la intimidad y el entorno, la importancia de la luz, la coherencia y la búsqueda de belleza en el diseño arquitectónico.

Desde el principio, Zumthor destaca la interesante relación entre el interior y el exterior de los edificios. Al crear un espacio, se establece un límite que define lo que está dentro y lo que está fuera, creando un diálogo constante entre ambos. Esta relación no solo es física, sino también emocional, y nos hace reflexionar sobre cómo vivimos en esos espacios. La idea de umbrales y transiciones es fundamental en la forma en que percibimos la arquitectura, donde pasar de un espacio a otro puede generar una sensación de concentración.

Zumthor también introduce el concepto de “grados de intimidad”, que se refiere a la cercanía y la distancia en la experiencia de un espacio. Esto implica que la escala y el tamaño influyen en nuestra relación con la arquitectura. Este enfoque no solo se centra en el aspecto físico, sino también en cómo elementos como puertas y muros afectan nuestra experiencia. Algunas estructuras pueden hacernos sentir intimidad, mientras que otras pueden resultar intimidantes. Así, la escala no es fija, sino que depende de cómo cada persona vive la experiencia.

Uno de los puntos más importantes de su exposición es la luz, que considera esencial en la arquitectura. Para Zumthor, la luz no solo ilumina, sino que transforma los espacios y cómo los percibimos. Observa cómo la luz interactúa con los materiales y superficies, lo que es fundamental en el diseño. Prefiere pensar en la luz desde el principio del proceso, imaginando el edificio como una “masa de sombras” que luego deja entrar la luz. La luz natural, en particular, le inspira una sensación casi espiritual, y cree que la arquitectura debe reflejar lo más hermoso de la naturaleza.

Otro tema que Zumthor menciona es la idea de la arquitectura como parte del entorno. Cree que los edificios deben integrarse en su contexto y convertirse en parte de la vida diaria de las personas. Esto no solo busca funcionalidad, sino también crear espacios memorables que queden en la memoria colectiva. Quiere que los edificios evoquen recuerdos y contribuyan al bienestar emocional de quienes los habitan.
Zumthor también subraya la importancia de la coherencia en la arquitectura. Cada decisión de diseño debe basarse en cómo se usará el espacio. La verdadera belleza de un edificio está en su capacidad para ser coherente, donde el uso, el lugar y la forma se relacionan efectivamente. Para él, la arquitectura debe ser una expresión de la vida y de las experiencias humanas, y cumplir con esto es uno de los mayores cumplidos que un arquitecto puede recibir.

Finalmente, habla sobre la búsqueda de la belleza en el diseño arquitectónico. Esta búsqueda no es un objetivo en sí misma, sino que ocurre cuando se consideran todos los aspectos funcionales y contextuales. La belleza surge naturalmente de la coherencia y la atención al detalle en la construcción. Aunque la belleza es subjetiva, Zumthor sostiene que los arquitectos deben esforzarse por crear espacios que conmuevan y sorprendan.

En resumen, el discurso de Peter Zumthor es una rica exploración de la arquitectura como un arte que debe servir a la humanidad en todas sus facetas. A través de la tensión entre interior y exterior, los grados de intimidad, la luz, la coherencia y la belleza, Zumthor invita a los arquitectos a reflexionar sobre su trabajo y el impacto que sus obras pueden tener en la vida de las personas. Su obra no solo contribuye al campo de la arquitectura, sino que también representa un compromiso con la creación de entornos que resuenen emocional y espiritualmente con quienes los habitan.